La gracia del chiste estriba en que costó muchos años aceptar los números complejos y se les llamó imaginarios. Lo que también es gracioso, porque son tan reales como los que más.


Y hay relaciones que son más reales, sin complejos.

Costó mucho que los números “imaginarios” pudieran interactuar con los IReales.
Fuente visualizingmath.